Vivimos diciendo que nuestra vida no vale una mierda, intentando programar nuestro futuro como si fuera una película, que todo salga perfecto, poniendo a cada persona en su lugar, pensando años atrás que haremos cuando seamos mayores. Pensamos que todo cambiará, que seremos felices, que nada ni nadie nos dirá que tenemos que hacer, intentamos cambiar para hacer felices a los demás. Y nosotros… ¿Lo somos?. Llega un momento donde conoces gente nueva, que es completamente diferente a ti, y cambias, intentando parecer lo mas perfecto posible, cambiando tu forma de pensar, tus gustos y incluso tu vida por ellos, para que te acepten, para hacer amigos. ¿Amigos? Yo tengo amigos, pero no aquellos por los que tengo que cambiar. No. Mis amigos me quieren tal como soy, con mis defectos, saben lo que me hace feliz, aceptan mis gustos y mi forma de pensar. Somos libres, hacemos lo que queremos, sin que nada ni nadie nos diga que hacer, como vestir o a donde ir. Ellas son mis amigas, los que me quieren como son.